by Manolo Orta 
We continue with the history of San Miguel de Allende.
The indigenous village of San Miguel was founded by Fray Juan de San Miguel near the Laja River, which was essential for the establishment of these early New Spain settlements. 1542 is recognized as the official year of its founding. However, due to attacks from nomadic tribes, the village was relocated to what is now known as Paseo del Chorro, chosen for its springs that supported this new settlement.
San Miguel remained a small indigenous settlement until the discovery of gold and silver mines in Guanajuato, San Luis Potosí, and Zacatecas. This prompted another relocation of the village, establishing a social and political structure for the proper governance of Villa de San Miguel el Grande. Spanish families moved to the new village, initiating a new organization with civil and religious institutions. This blend of traditions was reflected in religious and pagan celebrations, such as the Lord of the Conquest festival in March.
The small settlement grew to include estates that provided necessities for the newly discovered mines, like La Estancia de Canal. Agriculture and livestock farming developed on large tracts of land, and small industries, such as wool weaving (El Obraje) and leather manufacturing (Calle de las Tenerías), also flourished. These activities not only sustained the village but also supplied other towns and mines. The region’s trade flourished, leading to the establishment of villages and settlements to protect the silver route and commerce. A significant area during this period was what we now know as the Civic Plaza and Los Mesones Street, with mansions accommodating merchants and their mule trains. These travelers would arrive via the Old Road to Querétaro and depart on the old road to Guanajuato or the road to Marroquín heading towards Villa de los Dolores or Celaya. La Villa de San Miguel el Grande became a crossroads, creating a lasting amalgamation of experiences, memories and traditions that endure to this day.
¿Es San Miguel de Allende un buen lugar para vivir?
b. Continuamos con la historia de San Miguel de Allende.
La villa de indios de San Miguel se fundó por Fray Juan de San Miguel, en las cercanías del río Laja por ser fundamental para el establecimiento de estos primeros asentamientos novohispanos. 1542 se establece como año oficial de su fundación, pero debido a los ataques de las tribus nómadas se muda y encuentran un lugar ideal en lo que en la actualidad es el Paseo del Chorro, por los manantiales que ayudaron a este nuevo establecimiento.
San Miguel seguía siendo un pequeño asentamiento de indígenas, sin embargo, cuando se descubren las minas de oro y plata en Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas, se da una nueva reubicación para la villa, formalizando una estructura social y política para el buen gobierno de la Villa de San Miguel el Grande. Familias españolas se trasladan a la nueva villa y empieza una nueva organización teniendo instituciones civiles y religiosas, iniciando esa amalgama de tradiciones fundidas en las celebraciones religiosas y paganas, como la celebración del Señor de la Conquista durante el mes de marzo. El pequeño asentamiento crece para tener estancias que proveían de lo necesario a las minas recién descubiertas: La Estancia de Canal; La agricultura y ganadería se desarrollan con grandes extensiones destinadas a estos usos, pero también las pequeñas industrias como la del tejido de lana: El Obraje; la fabricación de cueros: la calle de las Tenerías, entre otras tantas actividades, en sí lo que ocupaba una villa pero también proveyendo a los demás pueblos y minas, el flujo del comercio crece en toda la región, estableciéndose villas y poblados para proteger la ruta de la plata y el comercio, siendo una zona importante en está época lo que hoy conocemos como la Plaza Cívica y su calle de Los Mesones, casonas que atendían a los comerciantes y sus recuas, llegando por el Camino Antiguo a Querétaro y partiendo por el Camino antiguo a Guanajuato o el camino a Marroquín rumbo a la Villa de los Dolores, o hacia Celaya; La Villa de San Miguel el Grande era un cruce de caminos conjuntando, como lo es al dia de hoy, una amalgama de experiencias y vivencias que perdura al dia de hoy.
